Anoche fui a ver Transformers, al cine del Parque Arauco. Como ya se está haciendo costumbre en mis prácticas cinéfilas, fuimos (o sea, con mi polola Consuelo) a la sala "Deluxe". Cuesta $500 más que la entrada normal ($4,200), pero creo (a diferencia de Agustín Squella que se quejó largamente en una columna en El Mercurio hace un par de semanas) que vale la diferencia en precio: los asientos son bastante más cómodos y el espacio para estirar las piernas es harto más; no más golpes en las rodillas cuando el tipo del asiendo de adelante se echa para atrás (cuestión que es bien común en el Parque Arauco).
Ahora, a lo bueno, la película. Me entretuve ene. La primera mitad debe ser de lo mejor que he visto en películas de desastre: el ataque inicial (que se muestra en el trailer), el desconcierto del gobierno (con talla a la idiotez de bush incluida), en fin, todo bien. Lo bueno llega hasta los primeros 45 minutos: después la película se pone un poco infantil (y que querían, si está basada en una línea de juguetes): presentación un poco grandilocuente de Optimus Prime y los Autobots, aunque debo reconocer que escuchar el sonido original de la transformación 20 años después es un poco emocionante. Esta parte trata de ser divertida, pero no son chistes que uno vaya a recordar 10 minutos después. Luego, viene la parte de acción, con algunas de las mejores peleas computarizadas que se hayan visto: las escenas de destrucción son bien notables y los robots se ven increibles. Muy, pero muy bien hechos (aunque supongo que uno decía lo mismo de los dinosaurios de Jurassic Park y cuando los ve ahora no pueden verse más falsos). Como buena película gringa que sigue una fórmula, tiene la típica escena en que el jovencito con cara de perno salva al mundo y luego se queda con la mina (que está muy muy muy rica: Megan Fox; para los que ven mucha tele, es la que salía en una serie de Sony, Hope & Faith, de hija mayor de la actriz que antes salía en Murphy Brown). La película sólo se cae realmente al final, que dejan abierto para poder hacer la secuela, pero de una forma demasiado obvia.
En resumen, una película que no hará historia, pero que es muy entretenida si uno va sin muchas pretensiones.
Con esto ya vi casi todos los "summer blockbusters", creo que sólo me falto Piratas del Caribe 3. Ahora me puedo dedicar a las películas buenas.
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